viernes, 8 de junio de 2012

Tradicion Yorùbá



La tradición nos enseña que venimos de un mundo espiritual, lo que la mayoría de las religiones llama "cielo". Ese mundo se llama "Orun" y allí vive Dios, los Orisa, todos los espíritus y fuerzas y los antepasados, en distintos niveles o casas que son nueve.
Orun es nuestro verdadero hogar, porque somos seres espirituales. Pero venimos por un tiempo a vivir en este mundo, el mundo material, que se conoce como "Aiye". A través de la concepción nos hacemos carne y probamos esta vida. Pero mientras nos desarrollamos en el vientre de nuestra madre, vivimos en ambos mundos, en Orun y Aiye. Los dichos yoruba dicen que este mundo es como un "mercado", venimos a relacionarnos, a aprender, a compartir, a adquirir experiencias y luego volvemos.
Dicen que las religiones y las creencias espirituales en general, tratan de contestar las dudas existenciales de la humanidad. Quienes somos, para que estamos acá, etc.
Ifa dice que de forma general, los seres humanos fueron creados para hacerle bien al mundo. Para construir, para mejorar, para convivir, para aceptar, entender. Ifa también dice que los seres humanos tienen la capacidad para hacer de este mundo un lugar casi perfecto, casi como un paraíso. Un lugar más justo, más equitativo y solidario. Por ahora esto solo parece una hermosa utopía, algo bastante lejano, pero esa capacidad existe. Si la humanidad es tan capaz para destruir también lo es para construir. Creo que como sacerdote debo mantener siempre esa esperanza. Todo lo que realizamos en este mundo repercute en forma espiritual en el otro, así como las acciones de los Orisa, sancionadas por Olodumare repercuten en nuestro mundo, por eso es posible recibir "bendiciones".
Ifa dice que una persona que realiza buenas acciones es recompensada. Que alguien que siembra mil, cosechara dos mil. Así también, el que roba mil, perderá dos mil.
Aquel que conoce en profundidad la religión yoruba, sabe que vivir en este mundo de lo material significa buscar una guía inmediata que ayude a trabajar los aspectos de nuestra personalidad que puedan llevarnos a una vida más pacífica, a una mayor comprensión de las cosas, a conocer más inclusive aquellas cosas que no nos gustan de nosotros mismos, para identificarlas y a través de las enseñanzas de Ifa, tratar de potenciar nuestras cualidades positivas. Cambiar o mejorar nuestra forma de ser.
La religión es un medio para realizar este trabajo de todos los días, que no terminara nunca, porque es contínuo. Siempre aprendiendo, siempre tratando de mejorar un poco más. Este objetivo, que debería ser el de todo buen creyente es una búsqueda, un viaje por nuestro interior. Es la búsqueda de "iwapele", carácter perfecto o divino, que los seres humanos pueden lograr con un poco de esfuerzo. El fin de nuestra religión es tratar de lograr estos cambios, de mejorar nuestro carácter, en definitiva, nuestra forma de ser.

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